Sei Shonagon |
Cosas que no pueden compararse |
Verano e invierno.
Noche y día.
Lluvia y rayos de sol.
Juventud con vejez.
La risa de una persona con su cólera.
Negro y blanco.
Amor y odio.
La pequeña planta de añil con el gran filodendro.
Lluvia y llovizna.
Cuando una ha dejado de amar a alguien, siente que el otro se ha
transformado en una persona distinta, aun cuando no haya cambiado.
En un jardín muy verde hay cuervos dormidos. Más tarde,
hacia la medianoche, los cuervos de uno de los árboles de
pronto se despiertan con gran agitación y empiezan a batir
sus alas. Su inqietud se extiende a los otros árboles, y
de inmediato las aves están sobresaltadas, graznando alarmadas.
¡Cuán diferentes de los mismos cuervos durante el día!
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Traducción realizada
por Amalia Sato, a partir
de la versión de Ivan Morris
y lecturas de los originales
en japonés. |